Cuando hablamos del tráfico nos podemos encontrar ante muy variadas situaciones de accidente, desde caídas de una bicicleta hasta colisiones donde se ven involucrados varios vehículos, caídas de moto, atropellos de viandantes, salidas de carretera con coches que dan vueltas de campana, etcétera. Cuando tenemos la desgracia de presenciar un accidente de tráfico, lo primero que tenemos que hacer es cuidar nuestra propia seguridad para que el número de accidentados no aumente ya que es bastante frecuente que la propia persona que intenta prestar ayuda acabe convirtiéndose también en víctima del suceso.
Si circulamos en nuestro coche deberemos detenernos en el arcén. Señalizando inmediatamente la posición de nuestro vehículo encendiendo los cuatro intermitentes y colocando el triángulo de averías. Es importante colocarse el chaleco reflectante y ser muy prudentes si tenemos que cruzar al otro lado de la vía para asistir a los posibles heridos. El siguiente paso es fundamental, llamar al 112 o, si no disponemos de teléfono móvil, pedir a otras personas que lo hagan. Es crucial activar la cadena de socorro a la mayor brevedad posible. El 112 funciona a lo largo y ancho de toda la Unión Europea y en casi todo el resto de países de Europa.