Cuando la grúa retira de la vía pública un coche por hallarse mal aparcado, las tasas que imponen los ayuntamientos superan, de media, los cien euros, y eso sin considerar que posteriormente habrá que añadir la tasa del depósito que, en algunos casos, supera los treinta euros diarios.
En nuestra opinión estas tasas son abusivas, sobre todo si tenemos en cuenta que una grúa privada no nos cobraría más de setenta euros por el mismo servicio.
Las multas de tráfico son una adversidad que persigue incluso a los buenos conductores. Cualquier distracción en el momento más inoportuno nos lleva a caer en una sanción económica y/o a la pérdida de puntos del carnet, incluso el retiro del permiso de conducir o sentencias penales. Es importante conocer todo sobre los coches para evitar cualquier tipo de imprudencia en la carretera, así como las normas de circulación vigentes.
Existen múltiples formas de evitar que nos multen. Por su puesto, ser responsable durante la conducción es la norma básica para no solo evitar una sanción por parte de las autoridades, sino también para evitar a toda costa un accidente en la carretera. A pesar de mantener una actitud responsable y consciente, los conductores cometen una serie de distracciones que desencadenan multas de diferentes grados. Estas son algunas las imprudencias que debemos evitar.
La tecnología y, últimamente, las aplicaciones para los teléfonos móviles nos están cambiando la forma de interactuar con las cosas que nos rodean, llegando incluso a entornos como el tráfico rodado, facilitando la conducción y, por qué no, pudiendo evitarnos algún disgusto en forma de multa no deseada.
Actualmente ya existen apps para poder avisar a emergencias ante cualquier percance circulatorio, para saber cuál es la gasolinera más cercana y con el mejor precio, para localizar el taller o el aparcamiento más cercano, para evitar vías atascadas, etcétera. La novedad es que la propia DGT va a lanzar su propia aplicación para el móvil en la que podremos encontrar información actualizada sobre incidencias en las carreteras, obras, restricciones circulatorias, situación del tráfico, meteorología, mejores rutas y visualización de las carreteras a través de las cámaras de tráfico.
Cuando hablamos del tráfico nos podemos encontrar ante muy variadas situaciones de accidente, desde caídas de una bicicleta hasta colisiones donde se ven involucrados varios vehículos, caídas de moto, atropellos de viandantes, salidas de carretera con coches que dan vueltas de campana, etcétera. Cuando tenemos la desgracia de presenciar un accidente de tráfico, lo primero que tenemos que hacer es cuidar nuestra propia seguridad para que el número de accidentados no aumente ya que es bastante frecuente que la propia persona que intenta prestar ayuda acabe convirtiéndose también en víctima del suceso.
Si circulamos en nuestro coche deberemos detenernos en el arcén. Señalizando inmediatamente la posición de nuestro vehículo encendiendo los cuatro intermitentes y colocando el triángulo de averías. Es importante colocarse el chaleco reflectante y ser muy prudentes si tenemos que cruzar al otro lado de la vía para asistir a los posibles heridos. El siguiente paso es fundamental, llamar al 112 o, si no disponemos de teléfono móvil, pedir a otras personas que lo hagan. Es crucial activar la cadena de socorro a la mayor brevedad posible. El 112 funciona a lo largo y ancho de toda la Unión Europea y en casi todo el resto de países de Europa.
Aunque parezca sorprendente, son muchas las ciudades alemanas donde, actualmente, hay conductores de autobuses del transporte público alemán conducidos por españoles. Estos profesionales del volante han sido contratados debido a la escasez de conductores existente en Alemania.
Además, las empresas municipales de transporte alemanas, además de pagar un buen salario, se comprometen a formar a sus conductores, especialmente en el idioma. Esta iniciativa favorece la integración, por no mencionar que Alemania ofrece unas condiciones laborales mucho mejores que las que un camionero profesional puede conseguir en España.
Son muchos los que en algún momento de su vida deciden viajar a Gran Bretaña, quizás pienses que conducir por la izquierda puede ser todo un reto (a las rotondas se entra por la izquierda y el volante está a la derecha), pero lo cierto es que no lo es tanto y merece la pena disponer de un coche para recorrer el país, ya sea un coche de alquiler o tu propio coche. Es la forma de poder visitar desde Londres hasta Edimburgo.
Límites de velocidad en Gran Bretaña
Algo que debemos conocer si vamos a conducir en el Reino Unido son los límites de velocidad. Hay que tener en cuenta que allí se mide la velocidad en millas por hora (mph), por lo que es importante conocer sus equivalencias en kilómetros por hora (km/h). Y mucho ojo, porque en Gran Bretaña hay radares y controles de velocidad por todas partes. Además, si piensas que vas a librarte de la multa por ser extranjero, te equivocas, porque las multas por exceso de velocidad se transfieren entre los países europeos.
La DGT ha lanzado una nueva campaña de gestión de la velocidad cuya base fundamental es la bajada de los márgenes de tolerancia para que los radares comiencen a multar. Esta es la parte negativa de la noticia, la parte positiva es que la DGT ha anunciado que se conocerá dónde estarán localizados.
Los radares que la DGT tiene instalados en las carreteras españolas tenían hasta hace poco un margen de tolerancia de, por lo menos, 10 kilómetros por hora por encima del límite establecido. Es decir, si una vía estaba limitada a una velocidad de 60 km/h, los vehículos solo eran multados si circulaban a más de 70 km/h. No obstante, desde febrero de 2015, tanto en radares móviles como fijos se ha puesto en marcha la llamada operativa 7, mediante la cual dicho margen se reduce a solamente 7 kilómetros por hora para límites inferiores a 100 km/h y a un 7 por ciento más a partir de dicha velocidad.
El 25 de mayo de 2010 entra en vigor la reforma de la Ley de Tráfico de la que ya hemos hablado en distintos artículos de este blog. Con esta reforma se ha pretendido conseguir una Ley de Tráfico más sencilla, gracias al establecimiento de nuevas sanciones y la unificación del importe de las multas de tráfico, así como la instauración de un procedimiento para notificar y alegar las multas más claro.
Este es otro de los artículos en los que pretendo contar cuales van a ser las consecuencias de la nueva Ley de Tráfico que se está debatiendo en el Congreso de los Diputados. Es el turno de enumerar los cambios en la cuantía de algunas sanciones y multas.
Ayer enumeraba los distintos cambios que se avecinan en el procedimiento sancionador de la Ley de Tráfico. En este artículo hablaré sobre un par de medidas concretas: las nuevas infracciones y la correspondiente pérdida de puntos que acarrearán; y la equiparación entre infracción y multa en todo el territorio nacional, es decir, se hará realidad el lógico precepto de a igual infracción, misma multa.
La reforma de la Ley de Tráfico que se está debatiendo en las Cortes plantea un nuevo procedimiento sancionador mucho más ágil y concreto para las normas de circulación. Aunque la introducción del carné por puntos en julio de 2005 ha supuesto una significativa reducción de la mortalidad en nuestras carreteras, desde esa fecha se han detectado algunos problemas, fundamentalmente asociados con la larga duración del proceso sancionador. La nueva normativa, que surge con el objetivo de evitar accidentes disuadiendo a los conductores de cometer las infracciones que los originan (al menos esa es la idea que nos quieren inculcar desde la Dirección General de Tráfico), también implicará el hecho de que nos será mucho más difícil "esquivar" las multas y, sobre todo, su correspondiente sanción... como se suele decir, el que la hace, la paga.
El Congreso ya ha aprobado una proposición no de ley mediante la cual aparcar en plazas reservadas a discapacitados, además de conllevar la correspondiente multa, también suponga la pérdida de dos puntos en el carné de conducir. La infracción pasaría de considerarse leve a considerarse grave.